La frustración de perder un embarazo.
¡Si, estaba ilusionado de ser padre!
Empezamos a buscar el embarazo despues de los 35 años por encrucijadas del destino.
Como médico de imágenes, pude visualizar el bebé y oír su corazón junto a mi esposa.
Justamente en mi trabajo diario suele apreciarse esta experiencia y ver la alegría de escuchar el latido del bebé por primera vez me parecía un momento mágico y alegre, porque muchas veces afloraban las lagrimas del padre o de la madre.
Y, ahora, esto me esta pasando a mi, estoy eufórico.
Al mes siguiente la doctora que llevaba este embarazo de mi esposa, pidió una sonografía de rutina.
¡Oh, tristeza! Yo mismo pude constatar la ausencia de latido cardíaco y el embrión lucia más borroso e irregular. Aunque conmocionado tuve actuar con mucho tacto para aminorar el impacto en mi compañera, que aunque callada, conociéndome percibió mi turbación y mi intento fallido de suavizar el golpe.
¡Transes del destino! Perdimos nuestro primer bebé.